Aporte del Ingeniero Rodolfo Rocca al debate sobre la modernización del Puerto de Buenos Aires
El gerente General del Puerto de La Plata, Ingeniero Rodolfo Rocca, incluido en la región que debería analizar y armonizar políticas conjuntas para el desarrollo portuario, el transporte y la economía del espacio metropolitano, contribuye con su manifestación al respecto de este debate.
“En principio creo que lo que se debe debatir es la modernización de los puertos públicos comerciales en el ámbito del área metropolitana de Buenos Aires para establecer complementariedad de funciones manteniendo una competencia en los servicios prestados a la carga y sin generar sobre infraestructuras innecesarias.
En este sentido, entiendo que las distintas autoridades portuarias locales con competencia en el AMBA deberían en lo posible armonizar políticas portuarias con la SSPyVN, en donde estas asuman , garanticen y ejecuten las acciones que permitan promover la prestación de todos los servicios a las distintas modalidades de carga ( incluida las de pasajeros ), en forma moderna, eficiente , equilibrada y segura para los próximos 25, años sin promover inversiones desfasadas con el volumen de carga que se estima movilizar.
Por su parte la Secretaria de Transporte debería con esta propuesta consensuada encarar la ejecución de las obras de infraestructura vial y ferroviaria priorizando las inversiones en concordancia con la demanda de tráfico prevista en las diversas localizaciones. Por cierto no estoy diciendo nada original, tal vez sean comentarios de cualquier técnico planificador que inicia su tarea. Pero creo que como en otras tantas cosas hay que comenzar por lo básico y elemental.
Ahora bien, tal como se trató en las mesas redondas integradas por expertos, en abril del presente año organizadas por la SSPyVN, las instalaciones portuarias son acechadas y pretendidas por las ciudades y las cargas de menor valor unitario y mayor volumen buscan hacia “el agua” sus nuevos destinos de operación.
Este fenómeno no es nuevo en el AMBA, de hecho no se trabajan más graneles agropecuarios desde hace 40 años en los puertos de Buenos Aires, Dock Sud y La Plata, y los graneles líquidos que se operan en los mismos, son producto de una actividad cautiva y no trasladable de las instalaciones de destilación de petróleo y generación de energía.
Por otra parte es claro y evidente que Buenos Aires no tiene competencia respecto a los buques de cruceros y que esos servicios interactúan con la ciudad de Buenos Aires como destino turístico y requiere una creciente adecuación de espacios propios para su atención con calidad y seguridad. Le toca entonces el tiempo a la carga contenerizada tener que ceder espacio al “real estate” ? y con esto a sus actividades conexas de depósitos fiscales, playas de vacios, estacionamiento de camiones, etc.
A mí me parece que sí, pero también me parece que el cambio debe ser paulatino, progresivo y ordenado, teniendo en cuenta que el sistema trabaja en la actualidad con 1,5 M de Teus de movimientos anuales a un 40% de la capacidad instalada en el AMBA.
Otra discusión las proponen las navieras de cargas contenerizadas, con sus flotas crecientes en volúmenes y asociadas entre ellas, con “llamadas” más espaciadas y exigentes, proponiendo a las terminales portuarias regímenes de actividad pulsatorios, con períodos de sobreactividad y ociosidad, en perjuicio de una estabilidad laboral o trabajo sin programación de turnos creciente, una mayor necesidad de superficie de estiba y una permanente modificación y adecuación de infraestructura y equipamiento.
La pregunta es qué puerto del AMBA y terminal privada estarán preparados para recibir con adecuada seguridad los mega ships de 18.000 Teus a menos de mitad de carga, en el corto y mediano plazo? Si es lógico construir y/o adaptar y mantener todas las vías navegables y las terminales del AMBA para esta condición, si se espera que estos buques participen para el 2.025 según expertos en el tema con el 5%/ 8% del total de la flota.
Con relación a la legalidad de las concesiones de las terminales, está claro sus fechas de vencimiento y la obligatoriedad de efectuar el llamado a licitación pública, respetando los principios de igualdad, publicidad y libre participación sin restricciones, en términos razonables de amortización de las inversiones , 25 a 30 años, e imponiendo la ejecución de inversiones mínimas en obras obligatorias garantizadas, en línea con las necesidades del puerto, y del orden a las realizadas en la región.
En este sentido no debe haber atajos o postergaciones, el cumplimiento de lo firmado debe ser respetado y esa obligación debe ser extensiva a todas las terminales de la región, sin excepción. Aun mas ahora, en donde los gobiernos nacional, provincial y de la ciudad son del mismo signo político.
Finalmente por todo lo expuesto resumidamente, concluyo en compartir la idea de consensuar para el AMBA políticas de complementariedad en donde el Puerto de Buenos Aires promueva y construya una terminal de cruceros acorde a las necesidades nacionales del sector turístico e impulse a través de una licitación pública la modernización de una sola terminal de contenedores a través de un proceso licitatorio amplio y transparente.
Mientras tanto y hasta que el comercio exterior argentino muestre claros signos de recuperación de los volúmenes operados, que alcancen o superen el 65 % de la capacidad instalada, las demás terminales contenerizadas del AMBA se comprometen a mantener las condiciones vigentes sin ampliar su capacidad operativa.
Aprovecho la oportunidad para saludar al amigo y maestro Antonio Zuidwijk y felicitar a los editores de NUESTROMAR por su excelente tarea en favor del transporte marítimo y fluvial.” (Rodolfo J. Rocca – Ingeniero Civil – PLP).